MARÍA PEREDO
GUZMÁN
HOLA, SOY MARÍA
A CERCA DE MI
Dependiendo del contexto en el que me encuentre, digo de mí que soy una mujer, lationoamericana, profesional, bailarina, actriz. Ahora, cuando me toca puntualizar qué soy, en relación a lo que hago, prefiero decir:
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Soy una performer. Tengo formación y experiencia bailando, actuando y cantando en el escenario y en la pantalla. También tengo experiencia enseñando herramientas de danza, mimo, composición y creación a niños, jóvenes, estudiantes universitarios, adultos mayores.
Soy una creadora. He coreografiado y dirigido piezas cortas de danza y teatro, así como espectáculos completos.
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Soy una etnocoreóloga, investigo los orígenes y estructura de distintas danzas, rituales y prácticas corporales, y sus funciones en la sociedad contemporánea.
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STATEMENT
Los imaginarios que componen el corpus de mi trabajo revelan tres constantes:
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La migración como proceso ad infinitum, la canibalización mutua entre origen y novedad, y el intento de traducción de lo innombrable.
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Mi búsqueda está en ese espacio liminal entre lo natural y lo cultural, combinando las técnicas y conocimientos que he adquirido a lo largo de los años e intuitivamente desarrollando aquello que nadie me enseñó. Mi trabajo y mi vida cotidiana hacen parte de un solo proceso espiral, transformándose mutuamente. Veo mi práctica como la de una obrera, una artesana que en y con su cuerpo va encontrando las herramientas para comunicarse con los demás. Ese es mi transcurrir y ser en el mundo.
Mi trabajo explora la relación entre las personas, sus historias y la corporalización de diversas subjetividades. Crear es como la sed, como el agua que la sacia y como la fuente de la que ésta mana.
Presiento que hay belleza esperándome para ser vista, sentida, revelada. Me espera en alguna esquina de Valencia, en el silbido salido de un árbol o en un detalle en la pantalla. Me persigue y necesito detenerme y girar para mirarla a la cara. Mi rol es traducir esa belleza a través de muchas formas, medios, palabras, gestos y colores. O al menos, intentarlo.
Mientras más creo, siento que las obras me guían con agencia propia, ya no son sólo mías, son entidades vivas que me usan y usan a mis colaboradores para hacerse presentes, son co-creaciones entre la audiencia, los creadores y ese misterio que no tiene nombre ni forma.
Voy transformándome en una cyborg que conecta las raíces más profundas de culturas milenarias con lo más nuevo y desconocido.
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